Dentro de LOS MISERABLES
Un análisis de Scott Miller
Adaptación al español: Alba Ríos Jiménez
En 1973, Alain Boubil fue invitado a la premier en Broadway de Jesucristo Superstar y su vida cambió. Ya era fan del teatro musical, y aquí vio un trabajo que combinaba las convenciones de la grand opera, un tema histórico, y el vocabulario de la música pop contemporánea. Decidió en ese instante que quería escribir algo en esa forma, y esa misma noche, se dio cuenta que la Revolución Francesa sería un tema perfecto. En colaboración con varios amigos (incluyendo a Claude_Miche Schönberg), la ópera pop La Revolution Française fue escrita, grabada y se convirtió en todo un álbum de éxito en Francia, y poco después se llevó a los escenarios del Palais des Sports durante una temporada entera.
Años después, Boubil conveció a Schöngberg de hacer una ópera pop de la novela épica de Victor Hugo, Les Misérables, que se centraba en la insurrección estudiantil de 1832, cuarenta años después de la Revolución Francesa. En 1980, se grabó un álbum que vendió 260.000 copias; ese mismo año se representó en el Palais des Sports para más de 500.000 personas. Un amigo le enseñó la grabación a Cameron Mackintosh, productor británico de éxitos como Godspell, Cats y Little Shop of Horrors entre muchos otros (incluyendo Phantom of the Opera unos años más tarde). Mackintosh decidió inmediatamente producirlo, pero fue reestructurado y adaptado al inglés. A pesar de que el público francés conocía bien la novela, británicos y americanos no, de modo que muchas escenas originalmente eliminadas fueron añadidas, así como un largo prólogo. El show recibió críticas generalmente mordaces en Londres (al compositor británico Andrew Lloyd Webber no le gustó en absoluto), pero tres días después del estreno, el público había hablado: las ventas de entradas se pusieron por las nubes y se representó en teatros mayoritariamente completos.
Un musical Épico
Los Miserables es una pieza épica de teatro musical sobre historia, fe y humanidad, Es un show muy grande emocionalmente, pero no necesita serlo físicamente. Bajo la superficie, si navegamos por sus numerosos temas, el show trata sobre el movimiento perpetuo, el inevitable flujo de la historia, la eterna huida de Jean Valjean de las manos del inspector Javert, el intenso amor de Éponine hacia Marius, la búsqueda de la libertad. El motor del musical, su pulso, puede resumirse en una de las frases de un estudiante revolucionario: “There´s a river on the run, like the flowing of a tide…”/ “Hay un río que corre, como el fluir de la marea” “One Day More”, el final del Acto I, ilustra esta metáfora central. Cada personaje en la obra (incluyendo el coro), se encuentra atrapado en el barrido de eventos que aplastan al amor y la vida. A pesar de todo, mantienen la fe en el futuro: “tomorrow we´ll discover what our Lord in Heaven has in store”/”mañana descubriremos lo que el Señor en el Cielo nos guarda”. Incluso el título de la canción habla de la continuidad del tiempo, la historia, el destino. Como el show en sí, esta canción muestra la determinación, la esperanza y la fe de cada personaje.
Debido a su alcance épico, las letras en este show no son como en la mayoría de musicales. Son más grandes, más formales, más extremas, más trágicas, más melodramáticas. Cuántos musicales podrían sostener el peso de frases tan poéticas como
The very words they had sung /las palabras que cantaron
Became their last communion…/ se convirtieron en su última comunión
Funcionan en este musical porque todo el show está construido en este estilo más grande que la propia vida. Se suele decir que el público acepta cualquier cosa en una obra siempre y cuando lo presentes en los diez primeros minutos; y Los Miserables hace justo eso, proyectando su lenguaje trágico desde las primeras notas. En el curso del show, vemos grandes injusticias sociales, una madre soltera reducida a la prostitución, dos amantes desdichados, guerra (en pequeña escala), la muerte de personajes importantes, suicidio, reforma social, matrimonio… Todo en un solo musical. Boubil y Schönberg fueron tomados por locos al intentar llevar esta novela épica al escenario, especialmente en el formato musical; y probablemente estuvieran locos, pero triunfaron.
La faz de Dios
El director Trevor Nunn dijo que Los Miserables es una obra sobre Dios. También sobre la nobleza del espíritu humano, la fe, la redención y otros conceptos espirituales. La religión y la espiritualidad (del mismo modo que la distorsión de ambas y su ausencia) forman gran parte de la acción central del show. Jean Valjean canta en el Acto II: “to love another person is to see the face of God”/”amar a otra persona es como ver la faz de Dios”. Tanto Valjean como Javert creen fervientemente en Dios, pero creen en Dioses diferentes. Javert cree en un furioso, vengador Dios del Antiguo Testamento, en la oposición bien-mal, blanco-negro. Cree que Valjean incumplió la ley (lo cual, en efecto, hizo) y debe ser por ello castigado por la ley. En “Stars” canta:
And those who follow the paths of the righteous/ Y aquellos que siguen el camino de los justos
Shall have their reward. / Tendrán su recompensa
And if they fall as Lucifer fell, / Y si caen como cayó Lucifer,
The flame, the sword!/ La llama, la espada
Y más tarde en la canción:
And so it has been, / Y así ha sido
And so it is written on the doorway to Paradise, / Y así está escrito en las puertas al Paraíso
That those who falter and those who fall/ Que aquellos que dudan y aquellos que caen
Must pay the price. / Deben pagar el precio
A pesar de que es un hombre obsesionado, cree en la ley, tanto la del hombre como la de Dios. ¿Cuánta gente hoy en día (especialmente hoy, cuando todo el mundo reclama castigos más estrictos para los criminales) aceptaría que algunos criminales no deberían ser castigados según la ley? Podemos mirar atrás ahora y decir que la ley de aquellos tiempos era muy severa, pero Javert ha jurado protegerla, ¿y cómo podemos condenarle por ello? Sí, la familia de Valjean era pobre y estaban muriendo de hambre; ¿pero es esa justificación suficiente para invadir una propiedad privada y robar su comida y, después, romper la condicional (recordemos que Javert persigue a Valjean no por el robo sino por romper la condicional)? Mucha gente hoy en día cree que si nuestro sistema legal fuera más parecido al código de justicia de Javert en su severidad y consistencia, el índice de criminalidad se vería reducido.
Javert está atrapado en lo estricto de sus propios ideales, de modo que cuando Valjean les da una vuelta completa a dichos ideales al liberarlo en el Acto II, no tiene más alternativa que suicidarse. Canta:
And must I now begin to doubt, / ¿Y debo ahora empezar a dudar,
Who never doubted all these years? / Que nunca dudé en todos estos años?
My heart is stone and still it trembles. /Mi corazón es de piedra y aún así tiembla
The world I have known is lost in shadow. /El mundo que he conocido se ha perdido en sombra
Is he from heaven or from hell? /¿Es él del cielo o del infierno?
And does he know / ¿Y sabe
That granting me my life today /que concediéndome la vida hoy
This man has killed me even so. /Este hombre me ha matado igualmente?
…
There is nowhere I can turn. / No tengo lugar al que acudir.
There is no way to go on! / ¡No hay forma de seguir!
El mundo de Javert, sus convicciones, las reglas por las que ha vivido siempre, se cuestionan, y por su visión blanco-negro del mundo, no le queda nada por lo que vivir. Es difícil afirmar que era un mal hombre; a pesar de todo, defendía no solo las leyes del hombre, sino también las de Dios. Javert suele ser representado como el villano de Los Miserables, pero claramente no es tan simple. Su pecado se encuentra en su extremismo. Ve el mundo en blanco y negro. Repara en la divinidad del mundo y cree que es su deber preservarla. En su canción “Stars”, ve el oscuro cielo nocturno como símbolo de la inmutabilidad del universo. Las estrellas representan a Dios y el orden natural de las cosas. “Filling the darkness with order and light” /”Llenando la oscuridad con orden y luz”. Valjean ha violado la visión que Javert tenía de lo que el mundo debería ser. No hay duda de que Valjean es culpable del crimen del que es acusado. En el París del Siglo XIX o en la América del Siglo XXI, es peligroso aplicar la ley únicamente de manera periódica. Como su descendiente, el Detective Gerard en The Fugitive, a Javert no le importa si la ley es justa o no; es la ley. ¿Podría haber moderado la ley con misericordia? Tal vez, pero de nuevo, mucha gente hoy día diría que empleamos demasiada misericordia contra el crimen; y, después de todo, ¿no es ese el trabajo de un juez, y no el de un oficial de policía?
En contraste a Javert, Valjean cree en un benevolente, misericordioso Dios del Nuevo Testamento. Cree en la redención. Cuando el obispo en el prólogo no solo miente a la policía para protegerlo, sino que también le da los candelabros de plata, Valjean ve que le están ofreciendo una segunda oportunidad, una oportunidad para vivir según los dictámenes de Dios (“My soul belongs to God, I know” /” My alma pertenece a Dios, lo sé”, canta más tarde). Ha incumplido la ley, se ha arrepentido, y ha sido perdonado (por Dios, de todos modos). Aspira a la bondad y la alcanza; el público se identifica con su deseo de convertirse en un buen hombre y de llevar una buena vida. Es el hombre que todos desearíamos ser. Arriesga su propia vida para encontrar y proteger a Cosette. Ofrece su propia vida a Dios a cambio de la de Marius, para que Marius y Cosette puedan estar juntos. El letrista inglés Herbert Kretzmer ve “Bring Him Home” como la transformación final de Valjean del egoísmo al más puro altruismo. Esta canción es literalmente una plegaria, y tal vez más que cualquier otro momento en el show, evoca esa espiritualidad que se encuentra latente durante todo el musical. (Cuando Colm Wilkinson, el Valjean original, cantó por primera vez esta canción en los ensayos, toda la compañía se quedó en silencio. Trevor Nunn dijo, “¿veis? Os dije que esta obra iba sobre Dios”. Uno de los miembros de la compañía dijo, “Sí, pero no nos dijiste que lo habías llamado a Él para cantarlo,”)
Thénardier no cree en Dios en absoluto. Es completamente amoral, y vive por las reglas de la supervivencia. Cree que todo hombre se encuentra solo, y observando su vida no nos sorprende que se sienta así. De nuevo, es difícil decir que sea mala persona; vive fuera de la concepción del bien y el mal. Thénardier y Alfred P. Dolittle de My Fair Lady están hechos de la misma pasta. En My Fair Lady, cuando Col. Pickering pregunta “Have you no morals, man?” / ¿No tiene moralidad, hombre?” Dolittle responde, “No, I can´t afford ´em, Governor” / “No, no me la puedo permitir, Gobernador” Imponemos nuestra moralidad de clase media en Thénardier sin tener en consideración la dificultad de su supervivencia diaria. Resume su vida en “Dog Eats Dog”. Cuando Thénardier ve el caos, la injusticia que corre rampante por las calles, no puede llegar sino a una conclusión:
And God in his heaven, / Y Dios en su cielo
He don´t interfere, / No interfiere
´Cos he´s dead as the stiffs at my feet. /
Porque está tan muerto como los cadáveres a mis pies
Si hubiera un Dios, razona Thénardier, no permitiría un mundo tan negro y cruel como este. Los Thénardiers son si cabe más detestables porque no solo roban al rico, sino también al pobre. Es un mundo en el que el perro se come al perro.
Gran variedad de situaciones moralmente ambiguas son presentadas en la obra (Fantine dedicándose a la prostitución para conseguir más dinero para sustentar a Cosette, los Thénardiers pidiéndole dinero de más a Fantine, el saqueo de los Thénardiers a los cadáveres tras la insurrección, la propia insurrección…) Muchas de estas situaciones no tienen un claro bien o mal, y tal vez el mensaje de Los Miserables es que la gente es básicamente buena, que hace lo que tenga que hacer para sobrevivir, que eventualmente el bien siempre triunfa y que no somos juzgados por el otro, sino por Dios.
¿Escuchas a la gente cantar?
Muchas óperas pop/rock como Phantom of the Opera o Sunset Boulevard emplean motivos musicales aleatoriamente. Las melodías se repiten a lo largo del show, pero no buscando un efecto dramático. Otras obras, como Jesucristo Superstar y Los Miserables, usan motivos musicales para conectar personajes, conceptos o situaciones dramáticas, como hace la ópera clásica. Este uso del leitmotiv ayuda al público a reconocer importantes ideas dramáticas, incluso únicamente a un nivel subliminal. En Los Miserables hay dos leitmotivs que dramatizan dos de los conceptos más importantes del musical: los dilemas morales y la soledad.
La figura de cuatro notas que abre el Acto I (después del prólogo, antes de “At the End of the Day”) representa a Jean Valjean y se emplea cuando él u otro de los personajes principales lidian con complicados dilemas morales. Una pequeña variante de esta figura aparece en la primera entrada de Valjean en la escena de la fábrica (“Will someone tear these two apart…” / “¿Va alguien a separar a estas dos?”), introduciéndolo musicalmente y conectándolo al tema textual de los dilemas morales. Una versión más pequeña de este leitmotiv se puede escuchar cuando Valjean aparece para evitar que Javert arreste a Fantine. Valjean aquí está arriesgando mucho al hablar con Javert, que podría reconocerlo, pero la justicia es más importante para él que su seguridad personal. Aparece de nuevo como acompañamiento durante el mayor dilema moral que Valjean enfrenta, “Who Am I?” donde se ve obligado a decidir si revelarse frente a Javer o no, con la intención de salvar la vida de otro hombre. En este caso, la figura sirve de acompañamiento durante toda la canción. Vuelve a aparecer cuando Marius conoce por primera vez a Cosette, anticipando que esta figura será clave en su despedida al final del acto. En la escena de la “Rue Plumet”, Cosette canta su leitmotiv de amor cuando piensa en Marius. Valjean canta sobre la soledad de la chica, con una pequeña alterada melodía de “On My Own” (que se emplea como un motivo musical de soledad y separación) junto con la de “dilema moral” por debajo. Quiere protegerla, pero sabe que eventualmente tendrá que dejarla crecer; tiene que decidir qué hacer. El leitmotiv de Valjean se ve más claramente al inicio de “One Day More”, canción en la que todos los personajes tienen que realizar decisiones que cambiarán sus vidas. Para reforzar el “dilema moral”, también aparece la melodía vocal de “Who Am I?”. En el Acto II, todas las decisiones están tomadas y Valjean ya no es el foco principal de la historia; ahora es el turno de Cosette y Marius. La única vez que aparece el leitmotiv en el segundo acto es cuando Valjean le cuenta a Marius la historia de su vida.
El leitmotiv de la “soledad” suele ser recordado como la melodía de “On My Own”, pero también aparece en otras partes. Lo escuchamos por primera vez de manera instrumental al final del “I Dreamed a Dream” de Fantine, una canción sobre perder al hombre que amaba. Esta figura volverá a aparecer en el Acto II con “On My Own”, la canción de Eponine sobre nunca tener al hombre que ama. La melodía de “On My Own” aparece por primera vez en la escena de la muerte de Fantine, cuando está tumbada en la cama, soñando que Cosette está allí con ella. Cuando la melodía reaparece en “On My Own”, Eponine se encuentra sola en la calle, soñando que Marius está allí con ella. Estos dos personajes nunca interactúan de manera directa, pero la música deja clara la fuerte conexión entre su soledad y sus sueños.
Hay varios motivos musicales en la obra con menos importancia, pero que no fallan en reforzar los conceptos dramáticos de la historia. Por ejemplo, el Prólogo funciona casi como una obertura, y presenta muchos de los leitmotivs que escucharemos más tarde. En este sentido, el Prólogo no solo introduce la historia, el personaje de Valjean, y los temas de Dios y el destino, sino que también introduce gran parte del material musical.
Dentro de las palabras
Además de los motivos musicales, encontramos gran número de motivos textuales a lo largo de Los Miserables. Como ya he mencionado, las figuras de Dios y la religión son prominentes en la historia y muchas de las escenas, junto con los conceptos del destino y la predestinación (“Tomorrow we´ll discover what our God in heaven has in store” / “Mañana descubriremos lo que el señor en el cielo nos guarda”). Marius y Cosette cantan: “I was born to be with you” / “Nací para estar contigo.” Javert canta: “And so it has been, and so it is written on the doorway to Paradise…” / “Y así ha sido, y así está escrito en las puertas al Paraíso…” Es interesante ver que Javert y Valjean comparten música e incluso letra en varios momentos. Al final del Prólogo, Valjean canta la melodía de “Javert´s suicide.” En ambas canciones, estos hombres están cuestionando su visión de Dios y del mundo, y ambos deciden terminar sus vidas, en el caso de Valjean, convirtiéndose en otra persona. La letra es prácticamente igual:
Valjean / Javert
I am reaching but I fall / I am reaching but I fall
Estoy llegando pero me caigo / Estoy llegando pero me caigo
And the night is closing in, / And the stars are black and cold,
Y la noche se está cerrando / Y las estrellas son negras y frías
And I stare into the void / As I stare into the void
Y miro el vacío / Mientras miro al vacío
To the whirlpool of my sin. / Of a world that cannot hold.
Del torbellino de mi pecado / De un mundo que no se sostiene
I´ll escape now from the world, / I´ll escape now from that world,
Escaparé ahora del mundo / Escaparé ahora de ese mundo
From the world of Jean Valjean / From the world of Jean Valjean
Del mundo de Jean Valjean / Del mundo de Jean Valjean
Conectarlos de esa manera a través del texto y la música es una decisión muy interesante, especialmente porque ambos viven con una ferviente devoción a Dios y lo que cada uno cree que es el Bien. A pesar de eso, esta conexión puede pasar desapercibida a ojos del espectador, pues estas canciones están muy separadas. Otro de los motivos textuales más importantes en el show es la revolución y la libertad. La libertad personal de Jean Valjean está muy unida a la libertad política y económica por la que los estudiantes están luchando. Observamos que la libertad no es fácil ni de conseguir ni de preservar. Como la música indica con el motivo del “dilema moral” en “One Day More”, la decisión de los estudiantes de luchar no es en absoluto sencilla. Probablemente suponga la muerte para muchos de ellos, y deben decidir si su lucha vale un precio tan alto. Este tema está también conectado a los de pobreza y desigualdad social que aparecen durante el musical. Son los pobres, o les misérables (literalmente los miserables o desdichados) por quienes los estudiantes están luchando, por quienes están intentando conseguir una mejor vida. Valjean, Fantine y Javert son también parte de estos miserables. Javert canta en el Acto II:
You know nothing of Javert. / No sabes nada de Javert.
I was born inside a jail. / Nací en una cárcel.
I was born with scum like you. / Nací con escoria como tú.
I am from the gutter, too. / Vengo también de la alcantarilla.
Javert consigue alcanzar un nivel social más alto al convertirse en un oficial de policía. Valjean sale de la pobreza convirtiéndose literalmente en otra persona (como Eliza Dolittle en My Fair Lady). Pero Fantine está atrapada ahí, debido a que tiene que mantener a Cosette junto con ella misma.
¿Por qué el público de hoy en día adora Los Miserables? Muchos de los temas del show son universales y atemporales. El concepto de revolución es algo que todavía hace eco en nuestra sociedad. Los americanos se seguirán viendo a sí mismos como los valientes revolucionarios que lucharon y ganaron la primera democracia del mundo. La gente pobre de la Francia del Siglo XIX sufrió muchas de las injusticias y violaciones de derechos que los colonos americanos. Más adelante en la historia de América, con las insurrecciones raciales de mediados de los años 60, la protesta en Stonewall Inn en 1969, las protestas contra el veredicto de Rodney King, y otros incidentes, los estadounidenses han mantenido la voluntad de alzarse contra las violaciones de sus derechos, empleando la fuerza de ser necesario. En 1989, cuando Los Miserables estaba siendo representado alrededor del mundo, estudiantes chinos en Tiananmen Square llevaron a cabo una insurrección no muy diferente a la que tiene lugar en el show, y fueron vencidos de manera también similar. En el mundo hay “miserables” como los de Les Miz, y siempre que existan, habrá revoluciones y protestas. El público también encuentra universalidad en la historia de amor de Marius y Cosette, y el amor no correspondido de Eponine, al igual que la batalla interna que Valjean lucha por mantener en silencio la bestia en su interior y poder llevar una buena vida. Victor Hugo popularizó esta novela con personajes que son arquetipos universales, haciendo de su historia una que durará indefinidamente.
De las páginas al escenario
Los Miserables es un show sobre la gente y sus relaciones, no sobre la escenografía. No dejes que el set computarizado de dos toneladas de la producción original te haga creer que esto es una obra que necesita espectáculo para funcionar. Recuerda que incluso en la producción original, la mayoría de las escenas tienen lugar en un escenario vacío o con un par de muebles. El escenario giratorio usado en Londres y Nueva York es una muy buena manera de transmitir ese sentimiento de movimiento perpetuo, de la persecución, pero se puede realizar sin él. El suicidio de Javert desde el puente y las escenas en las cloacas se llevaron a cabo con un ingenioso diseño de luces. La universalidad de la obra será comunicada de manera más sencilla si no llenas el escenario de cosas. Los trajes deben ser realistas y periódicamente correctos a ser posible, pero incluso si no te adaptas demasiado históricamente (los diseños originales de las “Lovely Ladies” no eran estrictamente históricos), los trajes deben verse desgastados. Está bien pedirle al público que use la imaginación, pero no enfoques su atención en trajes brillantes y pulidos que vayan en contra del ambiente del show.
Se debe tomar una decisión en cuanto a si los actores deben tener acento. En una ópera pop se debe entender bien lo que se dice. En la producción de Londres, los Thénardiers tenían marcados acentos cockney que enseguida los clasificaban como clase baja, distinguiéndolos así de Valjean, Javert, los estuciantes, etc. ¿Pero por qué deberían tener acentos británicos en vez de franceses unos personajes que viven en Francia? Realísticamente, ¿por qué deberían tener ningún acento? La gente de la Francia del Siglo XIX no hablaba con acento francés, hablaba francés. Una pregunta similar se podría formular en cuanto a Sweeney Todd, ¿por qué la mitad de los personajes (en la producción original) tenían acentos británicos y la otra mitad acentos americanos? En el caso de Sweeney, ayudaba a caracterizar a Mrs. Lovett. Tal vez funciona que los Thénardiers tengan acentos cockney sin que el resto de personajes hablen como británicos de clase alta. Es algo sobre lo que pensar y experimentar al principio del proceso de ensayos.
Dejando de lado las consideraciones técnicas, tu principal prioridad debe ser servir a la música de la obra. La mayor fuerza de Los Miserables es el poder emocional de su música. No importa en qué idioma estén las letras (y ahora están en muchos idiomas diferentes), evoca las mismas emociones: doloroso anhelo en “On My Own”, tremenda voluntad e inevitabilidad en “One Day More”, y gran optimismo en “Do You Hear the People Sing?” a pesar de que la gente de las generaciones pre-rock pueda sentir una menor conexión a la música que los que nos hemos criado con el rock y el pop contemporáneo, la partitura siempre supone un fuerte golpe. Con o sin sets gigantes o barricadas computarizadas, Los Miserables es una gran pieza emocional de teatro. No necesitas que Cameron Mackintosh financie tu producción; necesitas verdad emocional, un amor sincero por el material, y un elenco que rebuscará en su alma por esta obra épica.
Nota de la traductora: quiero dejar claro que el contenido de este texto no es mío en absoluto. Pertenece a Scott Miller. Yo he hecho la adaptación al español.
¡Espero que os haya gustado!
Un saludo con manos de jazz,
Alba R.
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Copyright 1996. Excerpt from Scott Miller's book From Assassins to West Side Story. All rights reserved. Miller is also the author of Strike Up the Band: A New History of Musical Theatre, Deconstructing Harold Hill, Rebels with Applause, Let the Sun Shine In: The Genius of HAIR, and Sex, Drugs, Rock & Roll, and Musicals..
Artículo original: http://www.newlinetheatre.com/lesmizchapter.html
Adaptación al español de Alba Ríos Jiménez (albariosj2001@gmail.com)